El estiramiento es una herramienta poderosa para la recuperación y un elemento clave en la prevención de lesiones. Después de un entrenamiento intenso, los músculos suelen estar tensos y acortados, lo cual aumenta el riesgo de lesiones y reduce la movilidad. Incorporar estiramientos al final de cada sesión de entrenamiento ayuda a relajar los músculos y a mejorar la flexibilidad, permitiendo una recuperación más rápida y efectiva.
El estiramiento estático, donde se mantiene cada posición durante varios segundos, es ideal para la recuperación, ya que ayuda a aliviar la tensión acumulada en los músculos. Mantener posturas de estiramiento entre 15 y 30 segundos facilita la circulación sanguínea, lo cual mejora la entrega de nutrientes a las zonas trabajadas. Además, el estiramiento también favorece la eliminación de toxinas y desechos metabólicos que se acumulan en los músculos durante el ejercicio.
La flexibilidad también es importante para mantener una buena postura y evitar tensiones innecesarias en las articulaciones y los músculos. Practicar estiramientos de manera regular permite mantener un rango de movimiento óptimo y reducir el riesgo de lesiones a largo plazo. En resumen, el estiramiento es una excelente práctica para incluir en la rutina de recuperación, ya que no solo relaja el cuerpo, sino que también mejora la salud y la funcionalidad de los músculos